jueves, 4 de diciembre de 2008

Doble Naranja - No. 4 Editado el 3 de Octubre de 2004 "¿Quién dijo que sólo hay fiesta en España?"

Queridos y queridas, título alternativo estilo Don Quijoete: "Capítulo IV: En el que se cuentan las venturas y desventuras de nuestros protagonistas y los divertimentos varios en los que su tiempo libre ocupan".

Bien, mi primera fiesta aquí fue una "pancake fiesta". Lo susodicho es una tortita hecha de una pasta de harina y huevo, muy fina, en una sartén muy caliente y con un pelín de mantequilla. Luego dentro le puedes poner lo que quieras, chocolate con rodajas de plátano, mermelada, da igual. Lo pliegas, y para adentro. Esto si no recuerdo mal, fue el 31 de Julio, antes de las vacatas. Es una tradición francesa, y afirman que si eres capaz de dar la vuelta a un pancake, volteándolo, con la mano izquierda, mientras sostienes en la derecha una moneda, tendrás un año de riqueza. Bien, aquí tenéis mi vídeo demostrativo. Yo, que soy un crack (recuerdos a mis abuelas), le di tres vueltas, je je. Así que me esperan tres años de forrarme, macho, no será en la uni, así que mejor hago la bonoloto, primitiva, lotería, quiniela o similares. Después de hacer los pancakes nos fuimos a la zona de marcha a jugar a los billares, que ya os he comentado en el DN No. 3, y nos tomamos algo tranquilamente en una terraza.

La segunda fiesta fue la primera semana de agosto. Estuvimos mi mujer y yo en una house party en casa de unos compañeros del curro. Era una especie de fiesta gastronómica, y nosotros pues llevamos tortilla de patatas. También tenéis en el album las fotos de ese día. Poco que contar, música, comida, bebida, mucho hablar y hablar en inglés ... en fin, divertido, pero bueno, pensaba que todo iba a ser así, hasta hace el fin de semana pasado.

La tercera una barbacoa, hace un par de fin de semanas, en casa del líder del grupo de investigación. Chicos, que casita, con estanque, peces, ... una pasada, te haces tú mismo la carne, había bebidas, y bien, muy agradable.

Eso fue viernes, y el sábado salí por la noche a la zona de pubs. En la misma calle está todo, justo en el centro de la ciudad, a 5 minutos a pie de la estación, 10 de mi apartamento. Realmente cómodo esto porque cuando te hartas, no tienes que pillar el coche y volverte a casa todo hecho polvo ... en fin, como las fiestas del pueblo, pero estilo ciudad. Esa noche únicamente fuimos al disco-pub Thomas. Es el primero que te encuentras en la calle de los bares. Chicos/as, estos holandeses son amantes de la música electrónica, y nada melódica por cierto. Hoy mismo en el cuarto de la lavadora "sintrifugando" (como dicen los Mojinos) tenía la misma sensación: pum pum pum pum pum ... En fin, qué se le va a hacer, pues pegar botes y bailar como un poseso. Me fui con una vecina mía que también está en el grupo de la universidad, y con unos amigos suyos holandeses. Oye, ¿vosotros pensáis que soy alto? Yo ya no lo pienso, estos tipos son enormes. Lo que no sé es cómo no les da por el baloncesto (¿alguien a oído hablar de la selección holandesa de básket?). Allí conocí a uno de ellos que resultó haber pasado una temporada en México, y nos pasamos la noche diciendo "güey", "pasa güey", güey arriba, güey abajo ... (ved la peli el Mariachi, la de verdad, de antes de Desperado del Banderas). Ché, yo no sé si es que le molaba el rollo español o le molaba yo, pero bueno, el tío era simpático y al menos lo pasé bien. Si estaba intentando ligar conmigo, al menos era bien parecido. No me voy a cambiar de acera, pero bueno, ¡ya sé que igual va y también puedo ligar con tíos buenos!. Menos mal que vino mi colega del curro Yohan, francés, con Peter, checo, a rescatarme, ya que mi vecina, la única tía entre 9 tíos, pues estaba muy solicitada ... Nos subimos al escenario, y a pegar botes y sacar el demonio del trabajo de dentro. Realmente hacía tiempo que no me pegaba una fiesta como esa (un año aproximadamente), y eso que sólo fue hasta las 02:00 a.m.

El fin de semana pasado fue el certamen de tunas de Eindhoven, donde por cierto, estaba la tuna de Teleco Valencia, aunque esta vez no se han llevado nada, al menos hicieron acto de presencia. Curioso lo de las tunas holandesas, ¡cantan en español! y lo formalitos que visten los tunos portugueses, para mi gusto, sus canciones son aburridas. Tuve la visita de Ricardo y su mujer, que fue tuna en sus días de estudiante y fue bautizada, le dieron la beca, justo aquí en Eindhoven hace unos 10 años. Lo más fuerte, al día siguiente del certamen, el domingo por la mañana, nos encontramos a unos tunos que iban buscando la estación para ir al aeropuerto de Amsterdam (Schiphol) y no sólo resultaron ser de Valencia, Obras Públicas, sino que además uno era socio del club, y yo me quité el polar y llevaba la sudadera del Valencia. En fin, fiesta en medio la calle y foto para el recuerdo. Del certamente de tunas, poco más, solamente decir que parece que la cosa va de capa caída, que no hay relevo generacional. Yo he visto a los de Teleco, y son los mismo que cuando yo entré en primero, salvo un par de ellos.

Y claro, como cuando algo te gusta, pues vas y repites, anoche mismo volvimos a las andadas de la marcha holandesa, Yohan, Anabel (una chica valenciana que comparte piso con Yohan) y yo, a los pubs. Empezamos por algo más "tranquilo", rock and roll en un pub muy bien decorado y luz apropiada. Pongo tranquilo, porque aquí pegan unos cambios increíbles. Igual te ponen rock, que chumba chumba, los DJ's españoles se tirarían de los pelos ... Seguimos al famoso "Santiago de Cuba" que está justo en frente del anterior, y es un sitio donde ponen salsa. Yo personalmente odio la salsa, pero bueno, a estos les molaba, así que un ratillo. Yo me pedí una "Fanta Orange", y se ve que entendieron "Vodka Orange" ... en fin, qué voy a hacer, je ne sais pas (Manu Chao) ... pues bebérmelo, no todo, que me daba mucho sueño. Allí estuvimos con unas amigas de Yohan colombianas, gente muy maja. Después al Thomas otra vez, es como una visita obligada aquí, música trance, hard core, realmente duro, y ayer había muchísima gente, por lo que nos agobiamos por la música bastante, que no por las dos rubias que bailaban juntas ligeritas de ropa (por mirarlas 5 segundos -miento- me gané un buen cachete de Anabel). Y para terminar, fuimos más allá de los billares, a otra disco en la que ponían un poco de todo, pero la música era más eurodance, más melódica, más estilo de los 90 (mis años de disco). Y a las 04:00 a.m. cierran, así que a casa, una ducha caliente (qué frío tengo yo ya y ellas en tirantes por la calle, ¡y en bicicleta con el vientecillo que rasca mamá!), media pizza y a dormir.

Todo esto es por la noche del sábado, el viernes suelo estar bastante planchao del entrenamiento del jueves, así que me quedo en casa y el sábado prontito voy al mercado aquí cerca a comprar fruta y verduras. Los domingos, cocino, trato de invitar a alguien para no comer solo, que ya lo hago el resto de la semana, hago tareas del hogar, y si tengo ganas me arreo unas buenas siestas.

Y así concluye este número de DN. Espero tener pronto cosas que contar, algo del curro os contaré más adelante, que también hay cosillas interesantes.

Un abrazo.

No hay comentarios: