jueves, 4 de diciembre de 2008

Doble Naranja - No. 6 Editado el 21 de Noviembre de 2004 "Presentación de una tesis en Holanda: formales son un rato y divertidos también"

Este jueves pasado, 18 de Noviembre de 2004, tuve la ocasión de asistir a la lectura de tesis de uno de los miembros del grupo en el que trabajo. Fue un acto que merece reseña y número aparte del Doble Naranja, desde el principio, la presentación, hasta la fiesta final.

La TU/e tiene unas salas espciales para este tipo de eventos. Haceros a la idea de que vais a uno de esos multicines en los que hay una pantalla de TV antes de cada puerta donde pone qué proyectan en la sala. Las salas son además peraltadas y semicirculares. ¿A que no sabéis dónde podéis ver los detalles? Pues claro, en el álbum de fotos.

Para comparar, en España el tribunal está compuesto por 5 miembros, mientras que en Holanda está compuesto por 10 miembros. El doctorando viste chaqué, y los miembros del tribunal unas togas con gorro ambos de color negro. La hora de inicio de la presentación era las cuatro de la tarde. En España entra primero el tribunal y luego llaman a la gente y al doctorando. Aquí en Holanda, la gente y el doctorando están dentro, y el tribunal accede por una puerta en la parte inferior de la sala, precedidos por un ujier con un bastón, también con su correspondiente toga y gorro negro.

A diferencia con España, aquí el director de tesis es miembro del tribunal, y es el primero en dirgirse al doctorando. Al doctorando hay que dirigirse como "promovendus" (el que debe ser promocionado). Todo el acto es coordinado por el presidente del tribunal, ell cual va presentando a los miembros del tribunal, les pide que pregunten, y tras la contestación, pregunta al miembro del tribunal si quedó satisfecho con la respuesta del "promovendus". El director de tesis toma primero la palabra y le pide que haga una breve exposición de su trabajo, para lo cuál emplea, como nosotros, una presentación electrónica, si bien la duración es de diez minutos escasos, frente a los cincuenta minutos que hacemos aproximadamente en España.

También es de resaltar que el doctorando, además de su tesis, elabora una serie de frases en las que expone conocimientos que ha adquirido durante la realización de su tesis, y que no tienen por qué estar relacionados con la materia, pueden ser por ejemplo, experiencias de su propia vida. Es lo que ellos llaman algo así como "stellingen". No sólo eso, sino que el doctorando está asistido por dos padrinos que se sientan tras él, a los que puede pedir ayuda ante alguna de las preguntas. Por ejemplo, un miembro del tribunal le preguntó sobre una de sus frases, y el doctorando le pidio a uno de sus padrinos, madrina en este caso, que leyese la mencionada frase, tras lo cual el doctorando tuvo que argumentar el cómo y por qué había llegado a esa conclusión.

Lo mejor es que, a diferencia de España donde el turno de preguntas tiene una duración indeterminada, y por lo tanto la presentación de la tesis, aquí el total del acto dura una hora. Y exactamente una hora, porque tras una hora de lectura, entra el ujier con el bastón, se planta en medio de la sala, da dos golpes en el suelo y dice "hora est". De hecho, uno de los miembros se quedó sin preguntar, con la palabra en la boca. Muy interesante.

Tras la presentación y preguntas, los miembros se retiran a deliberar y vuelven con el título de doctor del "promovendus", no se pone nota, simplemente apto o no apto, y es entonces cuando el director de tesis realiza un pequeño discurso. Acto seguido, se procede a la recepción, también en una sala acondicionada para tales eventos en la universidad.

Y bueno, el doctorando nos invitó a todos a su fiesta de graduación, que tuvo lugar en 's-Hertogenbosch, a media hora en tren/coche de Eindhoven, donde ahora vive. En el café bar le Duc tomamos cervezas, vinos, y cenamos a base de ensaladas, salmón, otra especie de pescado crudo con cebolla cruda por encima, del estilo de nuestros boquerones en vinagre, y pinchos de carne al estilo indonesio.

Muy interesante, otra tradición típica de aquí cuando alguien presenta la tesis. Un miembro del grupo, que toca la guitarra, se encarga de componer una canción que trata sobre el doctorando. Para ello pregunta a los miembros de grupo sobre historias o cosas curiosas que le hayan pasado al doctorando en sus años de trabajo, y por ejemplo, coge una canción popular holandesa, de la que todos conocen el ritmo y melodía, y cambia la letra. Reparte unas hojas a todos, y a cantarle su canción, que suele estar llena de anécdotas graciosas. Esta tradición me gustó mucho, y pensando en que todavía tenemos unos cuantos doctorandos en el grupo, y que yo toco la guitarra, pues veremos si la podemos importar.

La noche concluyó con una ligera nevada, que aunque no cuaja sí cala, y entre las cervezas y el frío al salir, alguno de los miembros del grupo tenía serios problemas con su voz al día siguiente.

En fin, otra experiencia interesante, mezcla entre nivel personal y profesional, de mi estancia en Eindhoven.

Un abrazo.

Doble Naranja - No. 5 Editado el 21 de Noviembre de 2004 "Valencians pel món: ahora que me acostumbro a la vida aquí, ¡para casa pronto! ¡BIEN!"

Estimados todos: hace mucho tiempo que quiero escribir este número de Doble Naranja, pero no he encontrado tiempo. En fin, buena señal, últimamente no me he estado aburriendo mucho, aunque tampoco he hecho nada especialmente excitante. ¡Ya hace un mes del último número y hay que editar!

Empezaré hablando de "Valencians pel món", es una sección que hacen el viernes, dentro del programa matinal diario de Radio 9. Llaman a un valenciano que esté fuera de casa, y le hacen preguntas sobre el país en el que se encuentra, por qué está allí, etc. Igual da que estés allí para siempre o temporalmente, el caso es que algún familiar tuyo telefonee a la radio y les dé tu número de teléfono en el extranjero. Ellos te llaman un par de días antes, y quedan contigo para una entrevista en directo.

Sé que muchos de vosotros la seguisteis, para vosotros, y para aquellos que no puedisteis oir la entrevista en directo, aquí tenéis los cortes de la presentación y de la entrevista del día viernes 22 de Octubre de 2004.

Respecto a la vida aquí, pues al final te haces una rutina. En mi caso muchos sabéis que me gusta practicar el baloncesto, así que estoy en el club Tantalus, asociado a la universidad en la que hago el postdoc. Un par de entrenamientos a la semana y un partido los fines de semana.

Las instalaciones deportivas en este país, y no hablo sólo de las de la universidad, sino las de cualquier pueblo o barrio de los que he visitado con mi equipo, son totalmente diferentes a las españolas. ¡Cuántas pistas de polideportivo me he recorrido en España! Aquí, obviamente por la climatología, y salvo para deportes que son puramente de exteriores, tienen pabellones deportivos cubiertos. Muchos de los que he visitado tienen climatización. Pero lo más curioso de estos pabellones es que tienen una cantina, una especie de bar, pero bien acondicionado, dista mucho de ser la típica barra española improvisada en alguno de los pabellones que hay en nuestro país. Y os aseguro que juego en la división más baja holandesa. Eso sí, la diferencia de juego es abismal. De hecho, ¿alguien ha oído hablar de la selección holandesa de baloncesto? Es su forma de jugar, creo que no tienen paciencia para esto del baloncesto, ataques demasiado rápidos, alocados y defensa muy física. ¡Ah! Nunca más me quejaré de un árbitro español (igual que de la Seguridad Social, ¡viva la Seguridad Social Española!). Los que jugáis a baloncesto lo entenderéis. Lo que sí me gusta, y también hacemos en España, es tomarnos algo tras los entranamientos y partidos. Eso sí, no sé cómo pueden beber tanta cerveza ...

No puedo pasar sin hablar de la piscina. Los que nadáis en España, al menos en la piscina que yo iba en Quart de Poblet, sabéis que además de los vestuarios con duchas, hay unas duchas en las que te metes antes y después de entrar a la piscina, y que vas con tus chanclas y tu gorro obligatorio. Pues aquí solamente hay esas duchas. Ya le di yo vueltas buscando las duchas "normales", las de ducharse sin bañador, y nada, que no, más cuando vi a la peña enjabonándose con el bañador puesto. ¡Ah! Ni gorro, ni chanclas, con un par, ¿es que aquí no existen los hongos? ¡Pero si hasta entre los ladrillos de las aceras asoma un verde moho de impresión! Así que nada, eso, nada un rato, y dúchate. Lo de la rubia de uno ochenta del bikini blanco que se duchó enfrente no lo voy a contar. En el álbum de fotos tenéis una muestra del pabellón, de mi equipo, y del mosaico que hay en el pasillo que lleva a la piscina, visto desde fuera.

De un tiempo a esta parte también tengo unos vecinos muy majos. Irene, de Alicante, y Carlo, italiano, con los que comparto mesa muchas veces, y vamos rotando el turno de cocina. Hemos pasado de paella valenciana, a sopa de macarrones y carne con pisto alicantina, hasta arroz al horno italiano (ese toca dentro de un rato), todo en el álbum de fotos. Últimamente da bastante pereza salir de fiesta. En primer lugar porque por la noche ya hace un frío que pela, y en segundo lugar porque siempre es la misma calle de los pubs. En fin, me lo monto en casa en plan tranqui, viene alguien, compartimos algo de cena y de bebida, charramos, vemos alguna peli. Dejando pasar los días para llegar a Navidad e irme a casa, a mi vida de verdad.

Y paso al siguiente número, una lectura de tesis en Holanda, ¡vaya formalidad!

Un abrazo.

Doble Naranja - No. 4 Editado el 3 de Octubre de 2004 "¿Quién dijo que sólo hay fiesta en España?"

Queridos y queridas, título alternativo estilo Don Quijoete: "Capítulo IV: En el que se cuentan las venturas y desventuras de nuestros protagonistas y los divertimentos varios en los que su tiempo libre ocupan".

Bien, mi primera fiesta aquí fue una "pancake fiesta". Lo susodicho es una tortita hecha de una pasta de harina y huevo, muy fina, en una sartén muy caliente y con un pelín de mantequilla. Luego dentro le puedes poner lo que quieras, chocolate con rodajas de plátano, mermelada, da igual. Lo pliegas, y para adentro. Esto si no recuerdo mal, fue el 31 de Julio, antes de las vacatas. Es una tradición francesa, y afirman que si eres capaz de dar la vuelta a un pancake, volteándolo, con la mano izquierda, mientras sostienes en la derecha una moneda, tendrás un año de riqueza. Bien, aquí tenéis mi vídeo demostrativo. Yo, que soy un crack (recuerdos a mis abuelas), le di tres vueltas, je je. Así que me esperan tres años de forrarme, macho, no será en la uni, así que mejor hago la bonoloto, primitiva, lotería, quiniela o similares. Después de hacer los pancakes nos fuimos a la zona de marcha a jugar a los billares, que ya os he comentado en el DN No. 3, y nos tomamos algo tranquilamente en una terraza.

La segunda fiesta fue la primera semana de agosto. Estuvimos mi mujer y yo en una house party en casa de unos compañeros del curro. Era una especie de fiesta gastronómica, y nosotros pues llevamos tortilla de patatas. También tenéis en el album las fotos de ese día. Poco que contar, música, comida, bebida, mucho hablar y hablar en inglés ... en fin, divertido, pero bueno, pensaba que todo iba a ser así, hasta hace el fin de semana pasado.

La tercera una barbacoa, hace un par de fin de semanas, en casa del líder del grupo de investigación. Chicos, que casita, con estanque, peces, ... una pasada, te haces tú mismo la carne, había bebidas, y bien, muy agradable.

Eso fue viernes, y el sábado salí por la noche a la zona de pubs. En la misma calle está todo, justo en el centro de la ciudad, a 5 minutos a pie de la estación, 10 de mi apartamento. Realmente cómodo esto porque cuando te hartas, no tienes que pillar el coche y volverte a casa todo hecho polvo ... en fin, como las fiestas del pueblo, pero estilo ciudad. Esa noche únicamente fuimos al disco-pub Thomas. Es el primero que te encuentras en la calle de los bares. Chicos/as, estos holandeses son amantes de la música electrónica, y nada melódica por cierto. Hoy mismo en el cuarto de la lavadora "sintrifugando" (como dicen los Mojinos) tenía la misma sensación: pum pum pum pum pum ... En fin, qué se le va a hacer, pues pegar botes y bailar como un poseso. Me fui con una vecina mía que también está en el grupo de la universidad, y con unos amigos suyos holandeses. Oye, ¿vosotros pensáis que soy alto? Yo ya no lo pienso, estos tipos son enormes. Lo que no sé es cómo no les da por el baloncesto (¿alguien a oído hablar de la selección holandesa de básket?). Allí conocí a uno de ellos que resultó haber pasado una temporada en México, y nos pasamos la noche diciendo "güey", "pasa güey", güey arriba, güey abajo ... (ved la peli el Mariachi, la de verdad, de antes de Desperado del Banderas). Ché, yo no sé si es que le molaba el rollo español o le molaba yo, pero bueno, el tío era simpático y al menos lo pasé bien. Si estaba intentando ligar conmigo, al menos era bien parecido. No me voy a cambiar de acera, pero bueno, ¡ya sé que igual va y también puedo ligar con tíos buenos!. Menos mal que vino mi colega del curro Yohan, francés, con Peter, checo, a rescatarme, ya que mi vecina, la única tía entre 9 tíos, pues estaba muy solicitada ... Nos subimos al escenario, y a pegar botes y sacar el demonio del trabajo de dentro. Realmente hacía tiempo que no me pegaba una fiesta como esa (un año aproximadamente), y eso que sólo fue hasta las 02:00 a.m.

El fin de semana pasado fue el certamen de tunas de Eindhoven, donde por cierto, estaba la tuna de Teleco Valencia, aunque esta vez no se han llevado nada, al menos hicieron acto de presencia. Curioso lo de las tunas holandesas, ¡cantan en español! y lo formalitos que visten los tunos portugueses, para mi gusto, sus canciones son aburridas. Tuve la visita de Ricardo y su mujer, que fue tuna en sus días de estudiante y fue bautizada, le dieron la beca, justo aquí en Eindhoven hace unos 10 años. Lo más fuerte, al día siguiente del certamen, el domingo por la mañana, nos encontramos a unos tunos que iban buscando la estación para ir al aeropuerto de Amsterdam (Schiphol) y no sólo resultaron ser de Valencia, Obras Públicas, sino que además uno era socio del club, y yo me quité el polar y llevaba la sudadera del Valencia. En fin, fiesta en medio la calle y foto para el recuerdo. Del certamente de tunas, poco más, solamente decir que parece que la cosa va de capa caída, que no hay relevo generacional. Yo he visto a los de Teleco, y son los mismo que cuando yo entré en primero, salvo un par de ellos.

Y claro, como cuando algo te gusta, pues vas y repites, anoche mismo volvimos a las andadas de la marcha holandesa, Yohan, Anabel (una chica valenciana que comparte piso con Yohan) y yo, a los pubs. Empezamos por algo más "tranquilo", rock and roll en un pub muy bien decorado y luz apropiada. Pongo tranquilo, porque aquí pegan unos cambios increíbles. Igual te ponen rock, que chumba chumba, los DJ's españoles se tirarían de los pelos ... Seguimos al famoso "Santiago de Cuba" que está justo en frente del anterior, y es un sitio donde ponen salsa. Yo personalmente odio la salsa, pero bueno, a estos les molaba, así que un ratillo. Yo me pedí una "Fanta Orange", y se ve que entendieron "Vodka Orange" ... en fin, qué voy a hacer, je ne sais pas (Manu Chao) ... pues bebérmelo, no todo, que me daba mucho sueño. Allí estuvimos con unas amigas de Yohan colombianas, gente muy maja. Después al Thomas otra vez, es como una visita obligada aquí, música trance, hard core, realmente duro, y ayer había muchísima gente, por lo que nos agobiamos por la música bastante, que no por las dos rubias que bailaban juntas ligeritas de ropa (por mirarlas 5 segundos -miento- me gané un buen cachete de Anabel). Y para terminar, fuimos más allá de los billares, a otra disco en la que ponían un poco de todo, pero la música era más eurodance, más melódica, más estilo de los 90 (mis años de disco). Y a las 04:00 a.m. cierran, así que a casa, una ducha caliente (qué frío tengo yo ya y ellas en tirantes por la calle, ¡y en bicicleta con el vientecillo que rasca mamá!), media pizza y a dormir.

Todo esto es por la noche del sábado, el viernes suelo estar bastante planchao del entrenamiento del jueves, así que me quedo en casa y el sábado prontito voy al mercado aquí cerca a comprar fruta y verduras. Los domingos, cocino, trato de invitar a alguien para no comer solo, que ya lo hago el resto de la semana, hago tareas del hogar, y si tengo ganas me arreo unas buenas siestas.

Y así concluye este número de DN. Espero tener pronto cosas que contar, algo del curro os contaré más adelante, que también hay cosillas interesantes.

Un abrazo.

Doble Naranja - No. 3 Editado el 3 de Octubre de 2004 "Vacaciones por el Benelux, la vuelta al curro y más cosas"

¡Al fin! ¡Vacaciones! Tras este último año largo, sin más vacaciones que mis dos semanas de bodas en Septiembre de 2003, llegó el momento de tomar un descanso. Así que mi mujer voló a Amsterdam, la recogí, y empezamos nuestras vacaciones por estas latitudes.

No sé vosotros, pero nosotros no somos partidarios de planificar unas vacaciones con una agenda muy apretada, porque para eso ya está el resto del año. Sí, hay que aprovechar para ver cosas, pero también está bien descansar un poco. Así que decidimos hacer visitas día sí, día no, y la verdad es que nos fue muy bien.

La primera semana, del 2 al 8 de Agosto, visitamos Holanda, algunas ciudades, en tren. Es un medio de transporte ideal, no es barato, pero existe una tarjeta descuento con la que pueden viajar hasta cuatro personas, con una reducción del 40 %. En fin, Amsterdam, el mercado del queso de Alkmaar, Utrecht, ... lo podéis ver en el álbum de fotos.

La segunda semana alquilamos un coche para movernos a sitios donde con transporte público es un poco peñazo. Así que nos fuimos a Brujas, en Bélgica, que está solamente a un par de horas de Eindhoven. Una pasada de ciudad, muy bonitos los edificios, mirad las fotos. Desde allí viajamos a Middelburg, pasando por un tunel submarino que une la parte de Holanda que tiene frontera con Bélgica, con la península donde se encuentra esta ciudad. Allí no pudimos ver nada, queríamos ver los diques, pero el menda se puso malo y nos tuvimos que volver a Eindhoven. De hecho, a la semana siguiente me fui a España, con 8 kilos menos de los que viene a este país ("iís, iís", como dice Melendi, "ahí quedó el pobre yonko too amoratao" ...).

No hay nada como Teruel para recuperar el apetito, descansar y volver con las pilas cargadas. Además en el viaje de vuelta estuve con mi hermano una semana aquí en Eindhoven. Lo pasamos realmente bien. En el centro, hay una sala de billares, bueno más de una, pero una en especial donde te lo alquilan por horas, y es una pasada, la música, el ambiente, jóvenes estudiantes principalmente. Al volver en Septiembre ya noté que esta ciudad tiene mucha vida durante el año académico, y es que la TU/e es una universidad bastante grande. Como dice mi hermano, "tio, açò està ple de rúbies en bici!".

Entre pitos y flautas se nos pasó la semana y nos volvimos a España, para mi aniversario de boda, que pasé felizmente en casa con mi mujer (la que sale en las fotos, a ver si adivináis qué foto sería la más apropiada para un anuncio de compresas).

Y aquí estoy de vuelta, ahora sí más al tajo, que ya hay más curro en el grupo y que la agenda aprieta. Ya me siento más integrado en el grupo, aunque no dejan de hablar holandés entre ellos, pero bueno, yo me uno al grupo internacional y a tirar. Si es que para 6 meses que he venido, hasta van y me ponen en su página web http://oed.ele.tue.nl/ en la sección, "People". Desde luego, está siendo una experiencia profesional excelente, pero ante todo, humana. Para sobrevivir mejor, me he comprado un horno, me he traído una olla express y un caldero pequeño para hacer paellas. Podéis ver mi primer arroz al horno holandés en el ya famoso álbum. Ya paso del horario holandés de comer, que se me rompe la tripa. Además me traigo jamón, longaniza de Teruel y arroz valenciano, que se nota la diferencia. Me he unido al club de baloncesto (Tantalus) y voy a jugar competición. Veremos, de momento los entrenamientos son muy buenos.

En fin, este es cortito, en el próximo os cuento lo que hacemos los fines de semana ... ¡desfase!

Doble Naranja - No. 2 Editado el 26 de Julio de 2004 "Holanda is different, Holanda is (not always) good, ¡pero qué se le va hacer!"

Varias son las cosas que sí he notado diferentes, por ejemplo, el tema del dinero, bancos y tarjetas de crédito. Los holandeses, para esto son más chulos que nadie, ya que tienen su propio sistema, y si bien admiten tarjetas de crédito para compras en grandes almacenes, tiendas, etc., no las admiten por ejemplo en el Albert Hijn (el Mercadona, ¿ya lo habéis olvidado?). Bueno, siguiendo los sabios consejos de mis amigos españoles (y residentes en Holanda, estilo 1, 2, 3), empecé la gran aventura: "Abrir una cuenta en un banco holandés". Hay varios bancos, el ING (no direct, ni indirect, ni nada, a secas), el ABN-AMRO, y el mejor que me lo dejo para lo último, el Rabobank, sí, Rabobank. No sé qué querrá decir Rabo en holandés, pero tras más de 100 años de ocupación española, al menos podían haber pensado un poco mejor el nombre ...

Bueno, pues claro, cómo no, yo me fui al Rabobank, no porque yo sea muy macho (ni lo contrario, ¡bordes!), ni porque el nombre sea gracioso, sino porque resulta que es el que tengo más cerca de casa (desde mi ventana se ve el edifcio central del Rabobank -no me canso de repetirlo- en Eindhoven). Una señorita muy amable me dice que en qué puede atenderme, y le digo que quiero abrir una cuenta, que soy un investigador (por decir algo) español, que voy a estar 6 meses invitado en la TU/e y que, pues eso, leche, que quiero una cuenta. La señorita me dice que cuando tenga mi contrato con la TU/e, ellos enviarán los papeles al banco, y yo le trato de explicar que no, que a mí me paga el gobierno español (en inglés me pareció que imponía, como "researcher", "Spanish Government", pero ...) y que quiero transferir mi dinero desde España. Pues no, que para 6 meses los del Pollabank no me abren una cuenta, que mínimo un año, ta ta ta, ta ta ta, ... Que use mis tarjetas españolas para sacar dinero, que ella cuando va de vacaciones a España las usa y que no le cobran comisión. Me fui, y me quedé con las ganas de explicarle: (a) que yo ni estoy de vacaciones como te he dicho antes ni soy empleado de un banco para que no me cobren comisión y (b) que no te llegue la ce.

Así que nada, en el banco del "amol" nada de nada, por lo que me fui al ABN-AMRO y bien, allí perfecto, me abrieron la cuenta, transferí mi dinero, y a operar con el sistema holandés. Ellos tienen tarjetas de crédito y de débito, como nostros, pero la de débito es un poco especial, ya que se puede usar para pagar en muchos sitios usando una especie de datáfono en el cual debes teclear tu PIN, por lo que no te piden identificación ni nada. En fin, sistema holandés. La otra diferencia es el Internet Banking de este banco. Yo no sé vosotros, pero en España tenemos un login y un password. Aquí no, te envían una pequeña calculadora, tu metes tu número de cuenta en la página de internet del banco, te da un número que metes en tu calculadora, que tiene una ranura para la tarjeta, y la calcu te da otro número, que das como respuesta a la página web. En fin, parece más seguro que lo nuestro, esto sí me gusta.

Más diferencias, pues que la mayor parte de la gente habla inglés ... si no se ponen a hablar entre ellos en "Klingon" (como dice una amiga mía). Lo cierto es que a mí el holandés, o "dutch", me suena a inglés, pero desordenado, como si las sílabas y las palabras no estuviesen en el lugar correcto. En términos ingenieriles, "dutch = out of phase english". Para mí de momento lo peor son las horas del café y las comidas, donde todo holandés habla holandés. Les da igual que tú estés delante. En fin, las dos primeras semanas no me pareció mal, y me decía: "venga tío, a ver si así vas pillando algo", por no seguir aquello que decía aquel entrenador (holandés) de "nunca positifo, siempre nejatifo", pues yo ahí aguantando. La tercera semana, ¡uhm! me dio el bajón, así que ahora no aguanto ni que me hablen en inglés, me da hasta asco, a la mínima que puedo me pongo a hablar español con un par de personas que saben la lengua de Cervantes. Bueno, esto mejorará ... espero.

También hay otras cosas que todavía no he experimentado por mí mismo, por ejemplo, el tema médico. Bueno, aquí llego yo, ciudadano de la Unión Europea, "too pagao" de que llevo mi, recién estrenada en la Unión, Tarjeta de Sanidad Europea (TSE, uhm, qué nombre más chungo), que apareció en Junio de este año, substituyendo al famoso E-111. De momento, todavía no he descubierto cómo usarla. Me sé la "teroría", a ver. Se ve que aquí te registras en un médico de cabecera, olvídate de ir a un médico sin estar registrado, a no ser que vayas al hospital de urgencias, y de esto me ocupo más adelante. Según todos los indicios (mis amigos españoles residentes me lo han contado) sólo receta Paracetamol, que para más inri puedes encontrar en el todo a 100 sin receta, aunque tengas fiebre, que te vayas a casa, que te apliques paños fríos, a ver si se te pasa ... Y en el hospital de urgencias, espero no tener que ir, te asignan un color según lo mal que ellos te ven, estilo USA con el famoso DEFCON ese de las guerras. No sé el orden, pero Ricardo me dijo que tienen una lista de los tiempos medios de espera según el color, y que si te toca el azul, que es el más bajo, en esa lista pone explícitamente que mejor que te vayas a casa, porque casi seguro que no te atienden. Hombre, yo no soy partidario del sistema español, colapsado, y recetando antibióticos a troche y moche, pero esto es el otro extremo. Lo de las embarazadas, dos ecografías en los 9 meses, y arreando. No me extraña que algunos luego salgan como Van Gaal ... ¡Viva la Seguridad Social, aunque nos alimente a antibióticos!

Y por último, ese carácter acogedor de alguno de los ciudadanos de este país. Estando en la playa de Noordwijk Aan Zee (mirad el album de fotos) con Ricardo, le pedimos a una señora que iba con su hija (mayorcitas ambas) que nos hiciesen una foto juntos y pasaron de largo, mirándonos como si fuésemos marcianos, sin siquiera pronunciar un simple "no".

Ale, ya me he quedado bien, después de rajar sobre este país. Ni que decir que lleva todo el día lloviendo, domingo, además de que está todo cerrado, pues nada, a descansar en casita.

Hasta el próximo número, espero, más divertido.

Doble Naranja - No. 1 Editado el 23 de Julio de 2004 "Los primeros días, toma de contacto con Holanda"

Bien, pues aquí estoy, en la tierra de los tulipanes, el país de las libertades, llamadle como queráis. Emperzaré por el principio, el viaje, sin novedades, ... o sí. Una combinación un tanto extraña. Para llegar a Eindhoven, lo mejor es ir a Amsterdam y allí coger el tren, que tras una hora y un poquito, te deja en la estación central de Eindhoven, si bien, no es aconsejable hacer esto cargado con dos maletones. Así que yo, intrépido de mí, me hice mi itinerario comprando el billete de avión por Internet. Valencia a París Charles de Gaul, de ahí a Amsterdam y de ahí a Eindhoven, porque la vuelta son dos saltos, Eindhoven a París CDG y de ahí a mi Valencia querida. Todo bien, salvo el enlace en París. El de Valencia te deja en el terminal 2B y el de Amsterdam sale del terminal 2F. Al día siguiente la prensa parisina reflejaba: "Le record du transit dans le terminal 2 du París CDG ést batú par un valencien" y en subtitulares explicaba (estilo Pecado Original de Telecinco), "Les autres passegeurs on dit: Seulement nous pouvait aprecier une chemise orange qui laiset des lignes par la vittese".

Chico previsor como soy llegué a Eindhoven, a las 17:00 h. con mi portátil, mi pijama y una muda, porque obviamente, mi equipaje no vino conmigo. Y para que nos quejemos del aeropuerto de Valencia, en el de Eindhoven te deja el avión en la pista, y ya llegarás tu al terminal como puedas, a patita. Además, nada de preguntarte en qué cinta estará tu equipaje, porque sólo hay una cinta. Y es más, cuando se para la cinta, tampoco te preguntes dónde está equipajes perdidos, porque viene una señorita que te dice "There are no more suitcases, so yours must lost, come with me please", te llevan, levantan una persianita estilo kiosco, y nada, allí, a reclamar. Lo bueno es que llegó en el vuelo de las 20:00 h. y por la noche ya tenía mi ropa en casa.

¡Ah! También mencionar que el trayecto desde Amsterdam lo cubre KLM Cityhopper, que traducido al español debe ser algo así como "saltamontes". Yo había volado antes con aviones Fokker de hélice, pero no falto a la verdad cuando digo que atravesar la capa de nubes en el descenso a Eindhoven con una mosquita así, es ciertamente como estar montado encima de un toro mecánico. Así que esta línea queda bautizada de ahora en adelante como KLM Saltamontes. Suerte por mi parte, no tomé el snack, puesto que habría adornado el cogote de algún alto holandés de las filas de delante.

Estaba con lo de llegar a casa. Casa, pues bien, a través de la universidad pude conseguir un apartamento muy majo en el bloque de apartamentos de la agencia Vestide, que es únicamente para estudiantes o personas que estén en la TU/e (la Technische Universiteit Eindhoven). Todo muy bien, gracias a nuestra amiga (mía y de mi mujer) Mª José Chamorro, que lleva aquí unos meses en la Philips, y que me recogió las llaves en horario de oficina, además de venir provista de una bici muy maja, que podéis ver en álbum de fotos. ¡Ah! Llovía, pero claro, para qué voy a decirlo, si tratáis de imaginar cualquiera de las situaciones que relate de aquí en adelante, mejor imaginadla con cielo obscuro y unas gotitas, cuando no pozales de agua, cayendo alrededor de mi valenciana persona. No falla, casi todos los días sale un sol del copón a las 5:00 de la mañana, a las 9:30 hace calorcillo, a las 13:00 se empieza a poner oscurito, y hacia las 17:00 horas o así se cae todo de ahí arriba sin moderación alguna. En fin, ya sabía a lo que venía ...

Tras mi llegada el viernes 2 de Julio, el primer fin de semana lo ocupé haciendo algunas compras, por ejemplo, el traje de lluvia (bromeando con algunos compañeros de la TU/e, comentábamos que podían ponerle unas bolsitas con jabón de ducha, porque así de paso que te mojas, te enjabonas), las alforjas para la bici, porque así estilo Sancho Panza, las lleno de viandas en el Albert Hijn (El Mercadona holandés) o en el mercadillo de los sábados (ver el álbum de fotos), aquí cerca de casa, y alguna cosilla más para ir tirando. Podéis ver las fotos de mi apartamento en el ... ¡álbum de fotos! ... si es que sois de listos ...

Y bien, la primera semana perfecta, es alucinante lo del horario. No sé qué narices hacemos en España, que curramos más y ganamos menos pelas, además de estar pringados todo el día ... pero bueno, que no reniego (de momento), que me mola más mi sol y mi horchata. Pues nada, aquí en la uni entran entre las 8:30 y las 9:00 h., se toman un café a las 10:45 h., comen a las 12:15 h (esto me está costando mucho mucho) y no sé cuando cenan. El caso es que yo hacia las 15:30 o así estoy que no veo las paredes del hambre que tengo, porque claro, la comida, pues una sopita (muy buenas por cierto, de tomate, cola de buey, verduras, pollo con fideos, ...) y un sandwitch pues ya me diréis, aunque a esa hora a mí me viene justo meterme eso. Estos toman leche también, pero esto es superior a mi estómago, yo mi sopa, y mi sandwitch, y arreando. Bueno, y hacia las 18:00 como tarde, para casa o para donde quieras.

Poco más que reseñar de mis primeros días, de momento he encontrado casi todos los ingredientes que se pueden encontrar en España, incluido aceite de oliva bueno. Los que me conocéis mejor, sabéis que soy un cocinitas, así que por las noches me preparo mis arrocitos, mi pasta, mis guisados, y unas tortillas de patata de 4 huevos "pa mí solo" que me hacen dormir de un tirón.

Me dejo algunas batallitas para el próximo número, que este ya se está alargando ...